La Policía ha detenido a tres jugadores del equipo de fútbol colombiano Once Caldas por extorsionar a una estudiante de medicina. La víctima fue robada en una discoteca y los acusados exigieron 500.000 pesos a cambio de devolver su celular. Los medios locales han identificado a los implicados como Santiago Mera, Debinson Mateus y Guy Esteban García.
El robo del celular se produjo el pasado 2 de abril en una discoteca de la capital caldense. La víctima, una estudiante española, se percató de que su bolso estaba abierto y de que su móvil había desaparecido. No supo nada durante días, hasta que el domingo una amiga suya recibió una llamada de uno de los acusados. Exigían 500.000 pesos (alrededor de 108 dólares) a cambio de devolver el dispositivo y daban plazo hasta ese día por la noche para concretar la entrega. De lo contrario, venderían el móvil.
La víctima acordó ver a los extorsionistas cerca de un centro comercial. Entre tanto, dio aviso a la Policía, que coordinó un operativo para observarla a la distancia mientras realizaba la entrega de los 500.000 pesos. Los uniformados esperaron hasta que los jugadores recibieron el dinero. Segundos después, los abordaron y detuvieron ante la mirada de cámaras que luego difundieron la escena. “Podemos observar el dinero producto de la extorsión, que acaba de ser cobrado a la víctima”, muestra un policía tras requisar a uno de los jugadores.
Los jugadores detenidos tienen 20, 21 y 22 años, y ninguno forma parte del equipo titular de Once Caldas, un tradicional club de primera división que incluso fue campeón de la Copa Libertadores 2004. Sin embargo, Mera y Mateus han tenido varias actuaciones como suplentes, mientras que García aún no ha debutado.
El club ha declarado en la tarde del lunes que colaborará con la justicia y que no tolerará conductas al margen de la ley. No obstante, ha enfatizado que los jugadores tienen derecho a la presunción de inocencia y a la defensa. “Contarán con el apoyo jurídico necesario y, una vez finalizado el proceso, desde el Once Caldas se tomarán las medidas pertinentes”, se lee en un comunicado. Asimismo, la institución se ha desligado de responsabilidad: “Es importante aclarar que las presuntas conductas cometidas no corresponden con los valores y lineamientos de la institución, por lo que Once Caldas no puede hacerse responsable ni solidario de las acciones individuales que los jugadores realicen en su tiempo libre”.
Este incidente podría tener graves consecuencias para la carrera de los jugadores y para el equipo en general. Una acción como esta va en contra de los valores del deporte y podría dañar la reputación del club. Además, podría haber consecuencias legales para los jugadores implicados, quienes podrían enfrentar cargos criminales y sanciones deportivas.