El secuestro sigue siendo una de las formas de delito más repudiables en todo el mundo, y Colombia no es una excepción. En esta ocasión, la Policía Nacional logró la captura de dos hombres que se hacían pasar por miembros del Clan del Golfo, una de las organizaciones criminales más peligrosas y grandes del país, que habrían secuestrado a un hombre en Nariño con la intención de pedir una cuantiosa recompensa.
Según el informe policial, los dos hombres interceptaron el vehículo en el que se movilizaba la víctima en un sector de Guachucal y la bajaron a la fuerza, para luego llevarla cautiva a otro lugar. Una vez allí, exigieron a la familia del secuestrado una suma de 500 millones de pesos para liberarlo. Sin embargo, la familia solo logró reunir 85 millones de pesos para entregar a los captores.
La Policía logró ubicar la vivienda donde estuvo secuestrada la víctima, lo que permitió conocer la identidad de los presuntos captores. Uno de ellos, Héctor Armando Pazmiño Villota, alias Coco, entregó información valiosa sobre los demás involucrados en el delito. Posteriormente, Andrés Mueses Ortega fue capturado en un sector de Ipiales y Bayron Alexander Tapia en un bus de transporte público.
Es preocupante que existan individuos que se dediquen a secuestrar a otras personas para obtener dinero fácil. Además, en este caso, los captores no solo incurrieron en un delito atroz, sino que además no respetaron el acuerdo de la recompensa y solo recibieron una fracción de la suma exigida. Este hecho demuestra la falta de escrúpulos y valores de estas personas.
Es importante destacar el trabajo de la Policía Nacional en la captura de estos delincuentes y en la recuperación de la libertad de la víctima. Sin embargo, este caso también deja en evidencia la necesidad de seguir trabajando en la prevención y lucha contra el secuestro y otros delitos similares en Colombia.