El anuncio de la reanudación de los vuelos de los colombianos retornados provenientes de Estados Unidos por parte de Migración Colombia ha generado diversas reacciones y ha puesto en evidencia la importancia de establecer protocolos claros para garantizar el tratamiento humanitario y la protección de los derechos de los migrantes.
La situación de los migrantes irregulares en Estados Unidos ha sido una preocupación constante para las autoridades colombianas, especialmente en el contexto de la pandemia de COVID-19. La aplicación del Título 42, una medida que permite la expulsión inmediata de los migrantes sin un debido proceso, ha llevado a que muchos colombianos se encuentren varados en la frontera sur de Estados Unidos.
Ante esta situación, los vuelos de los colombianos retornados se han convertido en una opción para “liberar el flujo de colombianos en la frontera sur de Estados Unidos”, como lo señala el comunicado emitido por Migración Colombia. Sin embargo, la cancelación del vuelo del pasado miércoles sin previo aviso y la denuncia de incumplimiento de tratamientos humanitarios han generado inquietudes sobre el tratamiento que se les está dando a los migrantes.
Es por ello que las mesas de trabajo anunciadas por Migración Colombia son fundamentales para establecer protocolos claros de atención a los retornados y supervisar el desarrollo de la operación. Estas mesas deberán incluir la participación de diversas entidades y organizaciones encargadas de velar por los derechos humanos de los migrantes, así como de los propios migrantes.
Además, es importante destacar que la situación de los migrantes irregulares en Estados Unidos no se resolverá solo con la reanudación de los vuelos de los colombianos retornados. Es necesario que las autoridades de ambos países trabajen en conjunto para garantizar una atención humanitaria adecuada a los migrantes y buscar soluciones a largo plazo que aborden las causas estructurales de la migración.