Ante la posibilidad de que Colombia enfrente una temporada seca a partir de junio debido al fenómeno de El Niño, el gobierno y el sector privado se encuentran en alerta máxima para garantizar el suministro de energía eléctrica y evitar un apagón similar al ocurrido en 1992. Las predicciones del Ideam señalan que para junio de este año llegaría intensamente el fenómeno de El Niño, lo que implica altas temperaturas y pocas lluvias.
La ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, ha hecho un llamado a todas las generadoras para que estén preparadas para evitar a toda costa un apagón. Por su parte, Natalia Gutiérrez Jaramillo, presidenta de Acolgen, ha señalado que el diseño actual de las redes eléctricas está diseñado para responderle al país, pero que es necesario trabajar en mejorar la infraestructura de las mismas, asegurándose de que haya gas y carbón suficiente para las térmicas.
El presidente Gustavo Petro ha reconocido que los tiempos del cambio climático hacen que los gobiernos sean permanentemente gobiernos de emergencia, y ha instado a las autoridades a tomar medidas preventivas y correctivas para evitar racionamientos y apagones.
Mientras tanto, las comunidades indígenas de La Guajira ya padecen una escasez de agua, y la llegada de la temporada seca por cuenta del fenómeno de El Niño solo empeoraría la situación. Los wayú claman por ayuda para garantizar el abastecimiento del líquido, y algunos ciudadanos ya se ven obligados a comprar agua en carretas de otras regiones.
Ante esta situación, es imprescindible que el gobierno y el sector privado trabajen juntos para garantizar el suministro de energía eléctrica y al mismo tiempo, tomen medidas para aliviar la escasez de agua que enfrentan las comunidades indígenas en La Guajira. Además, es necesario que se tomen medidas preventivas para mitigar los efectos del cambio climático y el fenómeno de El Niño en el futuro.
Es importante recordar que el cambio climático es una amenaza real que afecta a todo el planeta, y que cada país debe tomar medidas para mitigar sus efectos y proteger a sus ciudadanos. En este sentido, es necesario que el gobierno, el sector privado y la sociedad en general trabajen juntos para encontrar soluciones sostenibles que protejan tanto al medio ambiente como a las comunidades más vulnerables.