El reciente feminicidio ocurrido en la cárcel de Cómbita, ubicada en el departamento de Boyacá en Colombia, ha conmocionado al país. Una mujer que acudió a realizar una visita conyugal fue brutalmente asesinada por el mismo preso al que fue a visitar. Este terrible incidente ha generado múltiples interrogantes sobre la seguridad en las prisiones y la protección de los derechos de las mujeres.
El fatídico episodio tuvo lugar el 14 de mayo a las 11 de la mañana. La víctima, una mujer de 33 años originaria del Valle de Cauca, fue atacada durante una discusión con el preso con el uso de un arma punzocortante. Según las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (Inpec), el recluso se acercó a un funcionario para confesar el asesinato, momentos después de cometer el acto.
Este feminicidio adquiere una mayor complejidad debido al historial del agresor. El responsable, identificado como Efraín Sarmiento, ya cumplía una condena de 30 años por otro feminicidio cometido anteriormente. En 2007, Sarmiento asesinó a su exnovia, Cristiana Mendoza Maya, en Cali, lo que le valió una sentencia de 34 años, 8 meses y 8 días. El asesinato en la cárcel de Cómbita implica que enfrentará un tercer juicio por la muerte de otra mujer, quien también era su pareja sentimental.
La cárcel de Cómbita es conocida como una institución de alta seguridad, lo que plantea serias interrogantes sobre la efectividad de las medidas de protección implementadas. La capacidad de un preso para cometer un asesinato dentro de una prisión de máxima seguridad deja al descubierto fallas significativas en el sistema penitenciario.
El feminicidio, definido como la forma más extrema de violencia contra la mujer que resulta en su muerte, es una manifestación alarmante de la discriminación y la violencia de género. Este trágico incidente resalta la importancia de abordar de manera contundente este problema social y de implementar políticas eficaces para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres.
El caso del feminicidio en la cárcel de Cómbita debe ser investigado a fondo por las autoridades correspondientes. La Fiscalía deberá esclarecer los hechos y garantizar que se haga justicia en nombre de la víctima y todas las mujeres que han sido víctimas de violencia de género en Colombia.