El ataque del cocodrilo ocurrió en un estanque ubicado detrás del conocido Bar Banditos en Port Charlotte. La víctima sufrió heridas graves y fue trasladada de inmediato en helicóptero al Centro Médico Gulf Coast para recibir atención médica urgente, según un informe de WBBH.
El joven de 23 años, Jordan Rivera, le contó a WBBH que cayó al estanque cerca de la hora de cierre. Dijo que fue hacia atrás porque las filas del baño eran largas.
“Así que terminé caminando hacia el agujero de agua, no me di cuenta de lo grande que era en ese momento. Mientras me acercaba, algo sucedió, tropecé o el suelo debajo de mí simplemente cedió”, dijo Rivera. “Terminé en el agua. Y eso es literalmente lo último que recuerdo”.
“Esos cocodrilos, no los entendí realmente hasta que desperté en el hospital y dije ‘oh, el cocodrilo se llevó tu brazo'”, dijo.
El incidente ha dejado a Rivera con lesiones graves y con el doloroso desafío de adaptarse a una vida sin uno de sus brazos. La rápida acción del personal médico y de rescate fue crucial para garantizar que recibiera la atención necesaria de inmediato.
Un caimán que atacó un joven de 23 años, resultando en la amputación de un brazo, fue atrapado.
El incidente ocurrió el domingo por la mañana en un estanque detrás de Banditos Bar en Port Charlotte, Florida.
Un samaritano ayudó al joven, al escucharlo gritar en el estanque… pic.twitter.com/hj3cD4AOK9
— Molusco (@Moluskein) May 23, 2023
Los ataques de cocodrilos son una realidad en áreas donde estos reptiles son nativos y pueden representar un peligro para las personas que se aventuran cerca de sus hábitats. Aunque se han implementado medidas de precaución y señalización para advertir sobre la presencia de cocodrilos, este incidente es un recordatorio de que siempre se debe mantener una precaución extrema al estar cerca de cuerpos de agua conocidos por albergar a estos depredadores.
La historia de Jordan Rivera es un testimonio de la importancia de la educación sobre la vida silvestre y la precaución al interactuar con animales salvajes. Su experiencia sirve como una llamada de atención para aquellos que pueden subestimar los riesgos asociados con la naturaleza y la vida silvestre.
Esperamos que Jordan Rivera se recupere de sus heridas y pueda encontrar la fuerza y el apoyo necesarios para enfrentar los desafíos que se le presentan en su camino hacia la recuperación. Que este incidente también sirva como una oportunidad para que las autoridades y la comunidad revisen las medidas de seguridad y tomen acciones adicionales para proteger a los residentes y visitantes de la zona de posibles ataques de cocodrilos en el futuro.