Silvio Berlusconi, quien falleció el pasado lunes a los 86 años a causa de la leucemia que padecía desde hace tiempo, fue conocido por su papel destacado tanto en los negocios como en la política. Sin embargo, también dejó una huella significativa en el fútbol. Su influencia en el deporte rey, respaldada por su histórico mandato de 31 años al frente del Milan, no tiene comparación con muchas otras contribuciones arquitectónicas al mundo del fútbol. El Milan campeón siempre será recordado como el Milan de Berlusconi.
Berlusconi comenzó su camino con el equipo “rossonero” en 1986, hace ya 37 años. Su ascenso al poder en el Milan fue un proceso peculiar. Dos descensos administrativos en 1981 y 1983, junto con la huida del entonces presidente Giovanni Nardi, generaron una gran incertidumbre en el norte de Italia acerca del rumbo que tomaría el Milan.
No obstante, solo tres años después de que el magnate asumiera el control del club, el renovado proyecto milanista comenzó a dar sus frutos. En 1989, el equipo se consagró como un gigante en Italia al ganar el “Scudetto” y la Supercopa de Italia, y en el ámbito europeo, alzando su primera Copa de Europa. Al año siguiente, lograron su segunda Copa de Europa, consolidando su posición como uno de los grandes de Europa. Berlusconi había cumplido su objetivo.
Las vitrinas del club empezaron a llenarse de trofeos, sumando un total de 28 galardones de color “rossonero”: cinco Ligas de Campeones, cinco Supercopas de Europa, ocho “Scudetti”, un Mundialito, seis Supercopas de Italia y una Copa, entre otros logros.
Berlusconi tenía sus ojos puestos en Asprilla y Jackson Martínez
Participando en numerosas megaoperaciones del fútbol mundial durante los años 90 y principios de los 2000, Berlusconi no ocultó su deseo de fichar a Faustino Asprilla cuando este se convirtió en una figura destacada en el Parma de Italia en 1993.
“Es un amor a primera vista, me ha gustado desde el primer momento y es un jugador que me encantaría tener. Me recuerda a Marco van Basten”, declaró en su momento, aunque el fichaje nunca llegó a concretarse.
Berlusconi también deseaba contar con Jackson Martínez en su Milan. Incluso afirmó que las negociaciones estaban muy cerca de concretarse. “El jugador está muy cerca de vestir la camiseta del Milan”, señaló en su momento. Sin embargo, al final dichas negociaciones no tuvieron éxito y el delantero colombiano terminó fichando por el Atlético de Madrid.