Por: Yamid Sanabria

Dirigir el comando de la Policía Metropolitana de Neiva es librar una guerra sin tregua contra la delincuencia, las decisiones nacionales y la desinformación. En las últimas semanas se ha difundido una serie de videos sobre atracos a mano armada que atemorizan a la ciudadanía con la posibilidad de verse despojados de sus pertenencias y en el peor de los casos perder la vida a causa de la inseguridad; un circulo vicioso que se alimenta de la pobreza, ausencia de valores familiares, una ciudadanía con baja resolución de conflictos, un sistema de responsabilidad penal para menores sin contundencia, una desarticulación institucional para judicializar, entre otros; pero la responsabilidad pareciera recaer solo en la policía.

El “hampa” no tiene fin. En lo que va del 2024 en Neiva se han realizado 992 capturas, con un promedio de 14 diarias y se reciben alrededor de 998 llamadas a línea de emergencia al día, según reportes del mes de agosto. Uno de los principales problemas es el trafico de estupefacientes, que en lo que va corrido del año ya supero los cuatro mil kilos incautados; siendo este un motivo por la alta demanda, así como parte del corredor estratégico que alimenta el conflicto armado.  

La mala implementación de La Paz total con el cese al fuego en ciertas zonas ha generado que Neiva se encuentre sitiada al norte por el bloque Ismael Ruiz; en el occidente por el bloque Jacobo Arenas; y por el otro lado, con el bloque Ever Castro; siendo la ciudad un paso estratégico para las disidencias de las extintas FARC y otras organizaciones armadas que pueden ser parte del alto número de extorciones. Las malas decisiones del gobierno nacional impactan en lo local, y ni que decir con el mal mensaje a la sociedad sobre ciertos “gestores de paz”.

¿Y el problema es el Coronel Alexander Castillo?, el problema es de orden estructural, que parte de la baja inversión social que ha recibido la ciudad de Neiva en los últimos cuatro años en los sectores más vulnerables, porque si bien es cierto tener bajos recursos no implica caer en la delincuencia, si existe un mayor riesgo, en especial para jóvenes sin orientación. Sumado a la mala utilización que le dio el gobierno pasado de Neiva al FONSECON (Fondo de seguridad y convivencia ciudadana) que no invirtió los recursos para compra de vehículos y herramientas para la fuerza pública.

Nada justifica lo que pasa en Neiva con la inseguridad, se deben tomar acciones que sean contundentes y comunicar lo que se hace; ya es hora de buscar articulación empresarial para conectar la red de cámaras privadas al comando; en lo público ejecutar el plan de desarrollo con mayor inversión social; en la academia adelantar proceso investigativos de los fenómenos que afectan la convivencia; y el apoyo ciudadano en general para crear una red de información más eficiente; no podemos permitir que nos gane el miedo.   

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